martes, 10 de febrero de 2015

Valoración del aprendizaje

Una de las cuestiones que más me preocupa dentro del trabajo docente es el de la evaluación del aprendizaje de los estudiantes.
Poner una calificación numérica a lo aprendido se me antoja muy complicado. A pesar de que he establecido un sistema que valora múltiples aspectos, he planteado rúbricas de evaluación, varios instrumentos de evaluación y protocolos, poner una nota nunca se me ha dado muy bien. Además tengo tendencia a “sobrevalorar” por temor a quedarme corto.
Desde hace un par de años he decidido que la calificación final no va a depender sólo de mi criterio, sino que lo comparto con los estudiantes así que he diseñado un documento en el que aparecen los criterios de evaluación, unos indicadores y un nivel de aceptación; este documento es similar al de autoevaluación que hay en las guías de evidencias del sistema de acreditación de competencias.



Cuando falta más o menos 20 días para que acabe el curso (en mi caso doy un módulo de segundo y acabamos la tercera semana de marzo), los estudiantes cubren ese documento con su valoración respecto al nivel de consecución de cada uno de los criterios de evaluación y después lo revisamos individualmente cotejándolo con mis notas. He de decir que habitualmente los estudiantes son más duros que yo y suelen ponerse notas más bajas. Así, discutimos el grado de consecución de los objetivos propuestos a principio de curso, valoramos la adquisición de las competencias asociadas a los resultados de aprendizaje y consensuamos una nota.
Este sistema tiene, además, un valor añadido. Como digo, lo hago cuando faltan unos 20 días para acabar el curso, así que aquellos criterios en los que no se alcanza el mínimo podemos trabajarlos en esos 20 días de forma individualizada. Cada estudiante refuerza aquellos contenidos, generalmente procedimentales, que considera que tiene más flojos; en otros casos repasamos contenidos más teóricos y procedimientos complejos, tratando de mejorar aquellos más deficientes.
Aún hoy no sé si este sistema es bueno, justo o adecuado, pero creo que discutir con los estudiantes su proceso de aprendizaje de forma global (todo lo aprendido durante el curso) es una buena forma de hacer la evaluación y, por ende, de reforzar los contenidos en los que el aprendizaje ha sido más deficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario